Cómo gestionar el conflicto: tercero, aprender (3/3)
El conflicto, que es algo inherente en nuestra condición humana, se manifiesta cuando se producen diferencias importantes entre dos personas (conflicto inter-personal) o grupos – y si se da en una misma persona hablamos de conflicto intra-personal. Si estas diferencias no se resuelven, las relaciones quedan afectadas en mayor o menor medida[1]. Cada persona se construye en base a sus valores y percibe e interpreta la realidad según su propia mirada. Esta diversidad de aproximaciones nos lleva, en ocasiones, a plantar la semilla del conflicto. La forma cómo vayamos a responder al mismo determinará nuestras posibilidades de resolverlo. Y la mejor manera de gestionar un conflicto es abordarlo en lugar de intentar evitarlo. Se describe a continuación un proceso de tres fases para afrontar el conflicto constructivamente [viene del post anterior]:
3. Explorar un curso de acción y aprender de cara al futuro: en esta etapa de la conversación debemos dejar claras nuestras expectativas, dónde nos gustarÃa llegar y qué es lo que hemos aprendido del conflicto y que deberÃamos tener en cuenta en el futuro. Ser honesto es, una vez más, esencial a la hora de expresar a qué nos comprometemos y de indagar acerca de lo que la otra persona se compromete hacer. Y no lograremos marcar los próximos pasos ni tampoco aprender de lo sucedido en la medida en que consideremos que hemos fracasado si la otra persona no hace o no nos entrega lo que queremos.
[1] J. Hall, Telometrics, 1994