El dilema que alberga nuestra columna izquierda tóxica
Estas reflexiones parten de los aprendizajes y programas de formación que Valentín Giró realiza como Consultor de Axialent, empresa creada por Fred Kofman especializada en el desarrollo del liderazgo y procesos de cambio cultural en las organizaciones. Fred Kofman es además el autor de Metamanagement y Conscious Business.
Se trata de un dilema que nos enfrenta a cuatro alternativas
Nuestra columna izquierda tóxica alberga pensamientos y sentimientos que afloran desde nuestro interior y que son a menudo desagradables y evitamos expresarlos en el transcurso de una conversación. Nos encontramos, de esta forma, ante un dilema que nos enfrenta a cuatro alternativas:
- No podemos controlar la aparición de estos pensamientos y sentimientos negativos.
- Si descargamos – “vomitamos” – sin más el contenido de nuestra columna izquierda tóxica provocamos daño en forma de agresión y hostilidad; y esto es algo que destruye el respeto mutuo y daña la relación.
- Si guardamos – “tragamos” – en nuestro interior este contenido tóxico, nos dañamos a nosotros mismos y las relaciones interpersonales acaban perjudicadas ya que las emociones negativas perviven produciéndonos amargura y resentimiento.
- Además, sucede, en cualquier caso, que la otra persona infiere que no estamos diciendo lo que realmente pensamos. Al igual que nosotros hacemos suposiciones razonables sobre la columna izquierda de otras personas, ellas hacen lo mismo de sobre nuestra columna izquierda.