Las montañas de la mente
El monte Kailash (6.638 m), en TÃbet, considerado sagrado por hinduistas y budistas, y cuya escalada está prohibida
Las montañas son escenarios naturales de una fuerza y una belleza descomunal, un territorio que alberga la vida en los valles y que la reduce drásticamente en las alturas, un universo que nos atrae con fuerza y que evidencia al mismo tiempo nuestra insignificancia como seres humanos. Durante siglos las montañas han sido, en las distintas culturas, el reino de lo desconocido, de lo misterioso y sublime, también de lo considerado sagrado por numerosas tradiciones.
En el JudaÃsmo, el monte Sinaà ocupa un lugar especial ya que se considera el lugar donde Dios entregó el Torá a Moisés, el texto que contiene la ley y el patrimonio identitario del pueblo Israelita. El monte Fuji representa para la nación japonesa el sÃmbolo sublime de la belleza y el espÃritu. La remota cumbre del monte Kailash, en el TÃbet occidental, se considera sagrada para las tradiciones budistas e hinduistas. Las montañas son en realidad producto de una colaboración entre la forma fÃsica del mundo y la imaginación y el espÃritu humano: «las montañas de la mente«, como Robert Macfarlane las describe en su libro «Las montañas de la mente: historia de una fascinación».
Nos dice Macfarlane: «Y la actitud de las personas respecto a las montañas tiene muy poco o nada que ver con la roca y el hielo que son en sà mismas. Las montañas no son más que contingencias geológicas. No matan ni agradan deliberadamente: toda propiedad emocional que posean les es adjudicada por la imaginación humana. (…) Las montañas son también producto de la percepción humana: su existencia se ha imaginado a lo largo de los siglos«. El ser humano construye siempre sentido y significado a partir de lo que observa, en base a sus creencias, limitaciones y conocimientos. Probablemente la fuerte atracción que muchos sentimos hacia las montañas se explique, al menos en parte, porque su ascensión representa una sencilla y nÃtida metáfora de la propia vida.